con mi familia, En ese momento, miembros de mi familia, una buena relación,
Thanusiya creía que la negatividad en su vida era lo normal. No fue hasta que llegó al Centro de Ayuda UCKG cuando se dio cuenta de que podía vivir una vida más tranquila y alegre. Hoy comparte su historia con nosotros:
Antes de llegar al Centro de Ayuda, no veía los problemas que tenía como problemas. Aunque los miembros de mi familia y yo vivíamos bajo el mismo techo, no había unidad familiar. No tenía una relación estrecha con mis padres, y a veces, cuando veía a mi hermana en el pasillo, ni siquiera le hablaba. Además de esto, no podía dormir por la noche – tenía ataques espirituales, oía voces, y empecé a ver cosas extrañas, que no tenían sentido para mí.
Pero no se detuvo ahí. También me sentía como si alguien me estuviera viendo. Fue mi hermana quien me invitó al UCKG, y cuando asistí, pronto me di cuenta de que la relación que tenía con mi familia y mis experiencias durante la noche eran realmente un problema.
Me aseguré de participar y no perderme las reuniones de los viernes. Las reuniones fueron definitivas para abrirme los ojos porque realmente conseguí ver la verdad. Al principio, tenía dudas, pero cuando llegué a saber cuál era la verdadera razón detrás de mis ataques espirituales, busqué el cambio. La forma de hacerlo fue asistiendo de forma continua a las reuniones de los viernes. Finalmente, pude dormir mejor.
Aunque vi cambios, quería seguir viendo mucho más.
Fue frustrante porque había veces que quería renunciar.
En un servicio de viernes en particular, sólo quería irme y no volver. Sin embargo, me di cuenta de que mi mente estaba débil y que necesitaba enfrentar mis problemas en lugar de huir de ellos. En ese momento, mucha gente hubiera abandonado; Sin embargo, Thanusiya se aferró a una sola palabra en las reuniones de los viernes – perseverancia. Así que continuó asistiendo a las reuniones hasta que vio un cambio completo en su vida.
Esta etapa de mi vida me enseñó mucho. Aunque había cometido errores a lo largo del camino, me di cuenta de que a través de la fe podía superar cualquier problema, ya fuera espiritual o físico. Hoy en día, puedo dormir bien no importa qué hora sea. Los ataques espirituales han desaparecido. Además, ahora tengo una buena relación con mis padres, mi familia está unida de nuevo y hay paz dentro del hogar. Este trayecto me ha enseñado mucho. He cometido errores a lo largo del camino, pero he aprendido que debería seguir perseverando y luchando hasta obtener mi respuesta.
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