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Depresión
Un estado de depresión se manifiesta con la tristeza, inactividad, dificultades al pensar y al concentrarse; un aumento o falta de apetito y tiempo perdido en dormir, sentimientos de abatimiento y sin esperanza; y, a veces, pensamientos suicida o intentos de suicida.

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“Las escuchaba todos los días. Nunca cesaban de hablar, de hacerme preguntas, de dar sus opiniones, de gritar y de murmurar… No las quería escuchar. No las soportaba. Pero nunca se iban. Noche y día estaban ahí, susurrando en mis oídos, hablándole a mi mente. Las voces en mi cabeza se convirtieron en un infierno en vida. Confundían todo tipo de realidad que yo conocía y me aislaban de todos: amigos, familiares, de todos. Debido a esto, me hundí en la depresión. Al decirte constantemente que estás loca, eso es lo que te pasa. Cuando metieron el periódico del Centro de ayuda UCKG por la puerta, fue como una luz al final de un túnel muy oscuro. Comencé a asistir a las reuniones de liberación de los viernes y a través de muchas oraciones, me di cuenta que las voces se habían ido y, como resultado, me liberé de la depresión. Me reintegré en la sociedad, volví a los estudios y las cosas me van bien.” – Pamela Carolan, Stamford Hill


Ataques de pánico
Normalmente, un ataque de pánico sucede como resultado de una ansiedad extrema intensificada y miedo. Pueden venir muy de repente y sin avisar. Aunque los ataques de pánico puede que aparezcan en cualquier momento, vienen de nuestra reacción revolucionaria ante el peligro. Se dice que tener un ataque de pánico es una de las experiencias más miedosas, preocupantes e incómodas de manera intensa en la vida de una persona. La persona que sufre de esto puede que tenga dificultades para respirar y su deseo es esconderse.

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“Tener ataques de pánico era tan solo uno de los muchos problemas de los que sufría. Era insoportable vivir así, con un miedo constante. En cualquier momento, tenía un ataque de pánico y toda lógica y razonamiento que tenía, desaparecía. Probé asesoría profesional y líneas de ayuda para resolver mi problema pero nada funcionó. Continué siendo así durante años hasta que encontré el Centro de Ayuda UCKG. Allí, participé de las Cadenas de Oración y a través de la perseverancia, me liberé de los ataques que una vez me esclavizaban.” – Chris Boodram, Finsbury Park


Sensación del mal a mi alrededor
La sensación de que no estás sola cuando no hay nadie contigo en una habitación o en la calle. Sientes una cierta intranquilidad. Como si alguien te estuviera siguiendo, no ves ni escuchas a nadie, pero sabes que está ahí.

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“¡Durante años sufrí con ataques por la noche por los que gritaba de terror queriendo despertar! ¡Literalmente hablando, peleaba con esta presencia invisible pero perdía todo el tiempo, aunque no había nadie en mi habitación! ¡Durante 19 años, sufrí de esto! El momento más horrible fue cuando desperté con moratones negros en mis brazos que no estaban allí cuando me acosté. Vine al Centro de Ayuda UCKG porque quería que estos traumas se terminaran. Allí, recibí oraciones y participé de las Cadenas de Oración de los viernes para mi liberación espiritual. Después de asistir a algunas reuniones, me di cuenta que pude dormir cada vez mejor y no he vuelto a tener ningún ataque desde entonces.”– Severina de Abreu, Finsbury Park


Relaciones equivocadas
Sucede cuando existe un ciclo de una relación fracasada tras otra. Estas relaciones pueden envolver adulterio, abuso, tanto verbal, emocional o físico. Aquellos que están involucrados en este tipo de relaciones quedan con cicatrices y traumas y tienden a creer que tienen mala suerte en el amor y que están destinados a quedarse solos.

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“Vine de una niñez mala, en la que mi padre solía ser muy agresivo y más tarde, me vi en una relación en la que mi novio Christian siempre me engañaba. Tenía un montón de mujeres a mis espaldas y no le importaba.” – Raygeli Velasquez, Holanda
“Le decía a las otras chicas que yo estaba comprometido con Raygeli y que no estaba dispuesto a dejarla, pero esto no me impedía seguir siendo infiel. Fui testigo del divorcio de mis padres y vi como esto destruyó a mi familia, pero, aunque quería estar bien con Raygeli, no tenía control de mi mismo. Cuando vine al Centro de Ayuda UCKG, recibimos una nueva dirección de como edificar una relación mejor y más unida trabajando en nuestro propio carácter de manera individual a través de sesiones de asesoría personal y oraciones. Hicimos muchos propósitos de fe y, al reconocer que estaba destruyendo nuestra relación, con la ayuda de Dios, abandoné mi comportamiento vergonzoso y hemos construido un matrimonio feliz en los últimos 10 años.” – Christian Velasquez, Holanda