CULTIVANDO EL SUEÑO FAMILIAR

la unidad de nuestra familia, preocupante para todos nosotros, una vida unida,

‘¿Cómo puShereneedes decir eso de mí?’, ‘¿cómo nos puedes hacer esto?’, ‘¡No me voy a quedar aquí si no reconoces que estás equivocada!’, ‘¡Estás irreconocible en estos momentos!”, ‘¡Está claro que nunca me amaste!”, ‘¡Si te veo por la calle, te atropello!’

Estas son algunas de las palabras condenatorias que adornaban nuestras celebraciones de la Noche vieja hace como unos 18 años en unas vacaciones familiares que tuvimos en Sta. Lucía. Mi familia sufrió un golpe inesperado sobre una compra familiar que se suponía que debía unirnos, pero hizo totalmente lo opuesto.

Imagina un ring de boxeo con mi madre en una esquina y mi abuela en la otra y el resto de la familia como espectadores confundidos tratando de comprender como es posible que dos mujeres que se amaban tanto y se apoyaron con tanta pasión después del suicidio de mi padre, ahora estaban tan agitadas. ¡Fue duro!

Este evento causó un gran distanciamiento en la familia. Hizo que mi madre tratara de suicidarse tres veces. Esto era tan preocupante para todos nosotros – nos sentíamos perdidos y con mucho dolor, parecía imposible que estas dos pudieran hacer las paces algún día. No sabíamos cómo resolver esto, a donde ir o qué hacer. ¡Todos nos sentíamos tan perdidos!

Venir al UCKG fue un punto de flexión para la unidad de nuestra familia. Decidimos rescatar la paz y la unidad que habíamos perdido como familia. Durante la reunión, ¡nunca antes habíamos escuchado hablar de un lugar que motive y entienda tanto la pasión que teníamos por ver a nuestra familia disfrutar de una vida unida otra vez! Paso a paso, lo que parecía imposible, comenzó a nutrirse en nuestras mentes como un sueño que se cumpliría.

Uno por uno, comenzamos a asistir, y fuimos inyectados con pensamientos positivos sobre cada uno en todas las reuniones.

Tuvimos que aprender a perdonar, desenterrar nuestro amor y el respeto mutuo, y decidir que todos seríamos accionistas en este sueño de una familia unida. Fue duro, pero no estábamos solos. Muchas de nuestras sesiones de asesoría holísticas tenían el objetivo de reunirnos, pero a menudo, acababan en una discusión familiar enorme y en peleas, con todos acusando sin responsabilizarse de nada. ¿Iría esto a funcionar? Dudábamos de que funcionara, pero al mismo tiempo, ¡no teníamos nada que perder! Seguimos asistiendo…

Por fin, conseguimos superar el dolor de manera milagrosa y, no me acuerdo el día exacto que cambiaron las cosas, pero de repente, nuestra familia pasó de ser una unidad llena de espinas a lo que puedes ver en nuestras fotografías de familia ahora.

Esto fue la verdadera mano de Dios y ninguno de nosotros sabemos cómo lo ha hecho, pero un día mi madre y mi abuela se abrazaron durante un montón de tiempo. Las lágrimas inundaron el cuarto y desde entonces ha sido un festejo familiar tras otro.

Muchas familias esperan hasta llegar las navidades para reunirse, y a veces, todo lo que esto conlleva es un drama indeseable. ¡Pero nosotros nos reunimos durante todo el año! Siempre estamos juntos: vamos de vacaciones, visitamos el Ritz o Harrods para tomarnos el té de merienda, o nos juntamos alrededor de la mesa familiar casi todos los domingos. Disfrutamos unos de los otros porque Dios, siendo el Autor y el Padre de la familia, nos ha enseñado como debe funcionar, y ¡funciona!

Estamos muy agradecidos a la guía y a la paciencia de los asesores que encontramos en el UCKG. Nos ayudaron a cultivar en nosotros un sueño familiar en medio de la locura, y creyeron cuando no teníamos fuerzas y nos llevaron de la mano para ayudarnos a encontrar un tesoro familiar en medio de los traumas.

Sherene Changoo

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