No me asocio con hipócritas

él realmente vivía, hablar de esta manera, un cambio radical,

nanda inVivimos pidiendo y exigiéndole a Dios… ¡Muchas de nosotras pedimos demasiado!

Todo el tiempo exigiendo y reclamando en la vida como si Dios no respondiese nuestras oraciones, como si Él se retrasara con la respuesta. Nos preguntamos y cambiamos de puesto, resulta que ahora Dios es el que está equivocado.

Sólo queremos recibir, sin ofrecer nada a cambio, ¡Tanta ingratitud!

“Examíname, oh Señor, y pruébame, escudriña mi mente y corazón, porque delante de mis ojos está tu misericordia, y en tu verdad he andado”.

En Salmos 26, David le hace esta declaración tan bonita a Dios, no porque las palabras sean bonitas, sino por tratarse de la realidad,  eso era lo que él realmente vivía.

¿Tú tienes condiciones de decirle esto a Dios?

¡Padre, puede escudriñar mi mente y mi corazón, y todo lo que encontrará es Usted en primer lugar en mi vida! Su voluntad ha prevalecido en todas las áreas de mi vida.

Sólo el que está seguro de que ha andado con Dios y de acuerdo a Su voluntad tiene el coraje de hablar de esta manera.

Y hay más… “No me siento con hombres vanos, ni me asocio con hipócritas”.

¿Sabes aquellas “amiguitas” que dicen ser de la misma fe, pero  cuando nadie las ve sueltan aquellos comentarios maliciosos, los cuales vienen directamente del infierno, o viven una vida promiscua y dicen que son de Dios?

¿¿¿Qué tal si aplicamos el ejemplo de David en nuestras vidas???

¡Dios en primer lugar y separarnos de todo lo que está mal y es malo! Una cosa te lleva a la otra.

Estos son dos secretos que cambiarán la vida de aquellos que viven reclamando por todo y necesitan un cambio radical en sus vidas.

 

 

 

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