la Verdadera Felicidad, toda mi vida, una persona feliz,
Siempre buscaba la felicidad. Aunque parecía una persona feliz, ya que siempre estaba contento, sonriendo constantemente, pero eso era todo una fachada. Mostraba una persona alegre cuando en realidad estaba extremadamente triste y vacío por dentro. Era verdaderamente inseguro, me comparaba constantemente con los demás. Siempre me sentí inferior.
Cualquier otro chico se veía y parecía mejor que yo, y esto me deprimía. Mi familia me trataba bien, no tenía problemas financieros y nadie me despreciaba, así que realmente no entendía por qué me sentía así.
Los complejos dentro de mí eran continuos y eso me hacía insoportablemente vacío. Me costaba ser feliz desde adentro, así que buscaba en otras partes. Pensé que si me casaba sería feliz, pero una vez que lo hice, todavía sentía como si algo faltara. Aunque ya no estaba físicamente solo, todavía me sentía solo y no podía entender por qué. Entonces, decidí tener un hijo pensando que tal vez resolvería mi problema, pero nada. Llegué a un punto en el que tenía un buen trabajo, un coche nuevo, una casa hermosa, todo lo que cualquier persona desearía, y aún así, nada me traía la tan deseada alegría. Seguía siendo infeliz.
Mi frustración me llevó a buscar esta paz en lugares equivocados, como burdeles, donde engañaba a mi esposa. Tuve una amante y comencé a beber mucho alcohol. Esto arruinó mi matrimonio y me divorcié. Como pensé que tal vez me había casado con la persona equivocada, poco después me casé nuevamente, aún con la esperanza de encontrar la verdadera felicidad en un matrimonio. Pero esta vez fue un infierno, mucho peor que mi primer matrimonio. Peleábamos continuamente y rompíamos cosas dentro de casa. Mis finanzas también estaban en ruinas. Este fue el peor momento de mi vida porque no solo era infeliz dentro de mí, sino que también mi familia estaba destruida. Mis hijos nos veían pelear; era un desastre total. Fue entonces cuando me di cuenta de que mi vida necesitaba cambiar.
Cuando llegué al UCKG descubrí por qué me sentía tan vacío por dentro. Al principio, dudaba mucho sobre cómo podrían ayudarme, pero les di la oportunidad y me demostraron que estaba equivocado. Me ayudaron a darme cuenta de que la razón por la que no podía ser feliz, no importaba lo que hiciera, era porque mi problema no era exterior. Mi problema era el vacío que llevaba por dentro que trataba de evitar.
Las reuniones de los miércoles realmente me ayudaron. A través del consejo y la orientación que estaba recibiendo allí, aprendí cómo usar mi fe. Esto me permitió superar mis complejos cuando aprendí que no tenía que preocuparme por lo que otros pensaran de mí. Llegué a la conclusión de que no necesitaba compararme con nadie porque Dios me hizo exclusivo, único. Una de las muchas enseñanzas que se destacaron para mí y me permitieron restablecer mi matrimonio fue cuando supe que para que mi matrimonio funcionara, tenía que dejar de concentrarme en los actos equivocados de mi pareja y arreglar mis defectos como esposo. Sus enseñanzas y consejos no se dan de manera cliché, lo cual realmente me intrigó.
Hoy tengo la paz y la felicidad que busqué toda mi vida. Estoy felizmente casado, con un gran trabajo, bendecido y, lo más importante, ya no me siento vacío. No son las cosas físicas las que resuelven tus problemas ni la muerte. Si tienes un vacío como yo, ven a descubrir lo que falta dentro de ti’.
Marcelo Amaral
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