¿Eres verdaderamente feliz?

nunca están verdaderamente felices, un hombre reconocido,

¿Eres verdaderamente feliz?

“Y Naamán, capitán del ejército del rey de Aram, era un gran hombre delante de su señor y tenido en alta estima, porque por medio de él el Señor había dado la victoria a Aram. También el hombre era un guerrero valiente, pero leproso.” (2 Reyes 5.1)

Naamán era un hombre exitoso (era el encargado del ejército del Rey de Siria).

Naamán era un hombre reconocido por el rey mismo por sus talentos.

Naamán era querido por sus soldados.

Naamán era admirado y respetado por el país entero.

Naamán era un hombre bendecido por Dios, a través de él, Dios liberó a Siria.

Naamán tenía una esposa que lo amaba y cuidaba de él.

Naamán era valiente.

Pero ¿Era feliz? ¡Desafortunadamente no!

Naamán era “casi” feliz, pero no del todo.

El podría haber sido muy feliz, pero había un “pero” —Naamán era leproso.

Recuerda que por aquel tiempo, la lepra era incurable. Los leprosos eran excluidos de la sociedad y lo peor de todo, se enfrentaban a la muerte de una manera lenta, dolorosa y solitaria.

Es exactamente así como se siente mucha gente.Aunque están trabajando, tienen una familia, vienen a la iglesia, y son luchadores valientes, no son totalmente felices.

Aquellos que son casi felices nunca están verdaderamente felices.

Siempre hay un “casi” que consume su energía; los priva de la felicidad; le causa una experiencia lenta, una mortificación diaria de sufrimiento y soledad.

La buena noticia es que Naamán encontró la cura, y tu también puedes ser curada y recibir la felicidad plena.

Esta lepra espiritual tiene que irse.

¿Cuándo?

¡Cuando te indignes en el NOMBRE DE JESÚS!

Sra. Claudia Brito

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