a mí misma, Bible study (Christian), God, no podía ver, recibir la ayuda,
Estaba severamente deprimida la primera vez que entré enel Centro de Ayuda UCKG. Los malentendidos y las discusiones estaban causando división en mi familia. Esto era lo que más me entristecía.
Amaba a mi familia, pero, de alguna manera, un hogar feliz parecía ser un sueño imposible de realizarse. No podía dormir por las noches, comencé a guardarle rencor a todos y hasta me odiaba a mi misma cada vez que me miraba al espejo.
Odiaba mi vida de verdad. Mi familia que tanto apreciaba, la veía derrumbarse ante mis ojos y yo no tenía fuerzas para hacer nada por ellos. Me encerré en mi misma y me aislé de todos.
También me envolví en relaciones de pareja que pensaba que podía confiar pero me decepcionaron y me rompieron el corazón más de una vez. Esto me hizo sentir peor todavía y cada vez me encerraba más.
Había perdido todas las esperanzas y no podía ver una salida. Lloraba de dolor debido al estado en el que estaba mi vida y la de mi familia. No veía la luz al final del túnel hasta que un día vi un programa en la televisión del Centro de Ayuda UCKG y los escuché hablar de las diferentes reuniones que tenían.
Esto me llamó la atención por lo que decidí acercarme a uno de los centros. En las reuniones aprendí que para progresar tenía que dejar atrás todo a lo que me aferraba. Me resultaba dificil desahogarme con los asesores y contarles lo que estaba pasando en mi interior. Pero fue uno de los pasos más importantes para poder recibir la ayuda que necesitaba.
Participé de las Cadenas de Oración y de varias campañas de fe. Esta fue la mejor decisión que jamás he tomado, porque hoy estoy cosechando los frutos de la confianza que deposité en Dios y le permito que me ayude. Hoy, mi familia ha sido restaurada y soy mucho más feliz de lo que era.
Ahora dedico mi tiempo, de manera voluntaria, para ayudar a aquellos que están pasando por lo que yo pasé.
Obrera Alzira Faria
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