Eliminar los complejos

en medio de la noche, encuentro con Dios, era muy celosa, la misma fe,

Me crié en un hogar roto que estaba lleno de vicios, violencia, enfermedades  y miseria.

Mi padre era adicto al alcohol y al cigarro. Tenía muchos ataques de rabia y rompía todo en la casa. ¡Mi madre y mis hermanos estaban tan asustados que se escapaban en medio de la noche!

Crecí y me volví muy rebelde, guardaba mucha rabia hacia mi padre y hacia todos. Salía de discotecas, y me vicié al alcohol y al cigarro también. Me volví paranoica y tenía pesadillas constantes. Así como mi padre, comencé a quebrar todo en casa. Y aunque tenía un novio, era muy celosa.

Por la fe y la perseverancia de mi madre y de mi hermana, acepté su invitación al Centro de Ayuda. Participé en las reuniones de oración de los miércoles, viernes y domingos. En estas reuniones me liberé de toda la negatividad y aprendí a perdonar a mi padre. Cuando lo hice, superé lo que más me aprisionaba.

Después de eso, tuve mi encuentro con Dios y me liberé totalmente de mi pasado y de todo lo que me oprimía.

Hoy, ya no me siento vacía ni tengo miedo de  morir. Me liberé de los vicios. Soy feliz y tengo paz en mi interior. Mi novio, en aquel entonces, comenzó a asistir al Centro de Ayuda y ahora tiene la misma fe que yo y llevamos 15 años de matrimonio.

Sara Couto

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