¡Yo No!

Soy un hombre libre, una persona muy falsa, una solución rápida,

“Vivía una vida que nadie jamás soñaría con vivir. Mis facturas a menudo se acumulaban y tenía que resolver los pagos retrasados.”

Tenía que pedirles dinero prestado a mis amigos. Pronto, pasé al fraude y al juego como una solución rápida para pagar mis cuentas.

Comencé con pequeñas cantidades. Con £30 iba a un casino, luego las perdía y decía, ‘déjame intentarlo otra vez’. Lo primero en lo que pensaba por la mañana era apostar, y antes de irme a la cama apostaba hasta las 2am.

No era feliz. No entendía por qué estaba haciendo eso pero no podía parar porque me sentía vacío por dentro. Fue entonces cuando un amigo que estaba muy entusiasmado con las reuniones me invitó a la Iglesia Universal. Fue allí donde pude encontrar ayuda.

Sin embargo, mi cambio no sucedió de la noche a la mañana puesto que era una persona muy falsa. Iba a la iglesia pero no aceptaba nada. Todavía estaba muy involucrado en el juego y el fraude. Aparentaba ser un miembro de la iglesia, pero estaba viviendo una doble vida hasta que caí en la cuenta. En una de las reuniones que asistí, comencé a pensar en mi vida. Por primera vez, reconocí que tenía un problema y que debía ser humilde para aceptar la ayuda que me estaban ofreciendo.

Decidí hablar con uno de los consejeros y, a través de su apoyo y orientación, paso a paso pude encontrar fuerza interior para luchar contra mi voluntad. Eliminé las aplicaciones y las cuentas que tenía con las compañías de casinos y me fui de ese entorno, separándome de aquellos que me influenciaban de manera incorrecta. El proceso no fue fácil, ya que me sentía muy tentado. Me venían los pensamientos y me sugerían que apostara de nuevo, pero tuve que atenerme a mi decisión. Con el tiempo, mis esfuerzos valieron la pena. Poco a poco, conseguí controlar la ansiedad del juego hasta que se fue totalmente.

Hoy, tengo el control sobre mis finanzas, un trabajo estable y no le debo nada a nadie. Soy un hombre libre y tengo paz.”

Robert Owusu