para cambiar mi vida, recibir el Espíritu Santo,
Lo que uno hace con su vida es una decisión personal. Aunque Enio Guimaraes nació en la iglesia y su madre era obrera, él decidió no vivir una vida basada en la fe, sino que se volvió al crimen y a las drogas.
Mi pasado me bombardeaba y me llenaba de inseguridad. Decidí bautizarme y también asistía a otras reuniones, tales como las de los Casos imposibles, los sábados a las 7h, para recibir el Espíritu Santo. El día de mi bautismo, escribí todos los problemas que había estado experimentando y los puse en las manos de Dios. Después del bautismo, estaba determinado a reprender todos los pensamientos no deseados que me estaban retrasando. Me preparé para la llegada de la vigilia, leyendo libros de fe como Las obras de la carne y el fruto del Espíritu, y también Los pasos de Jesús, los cuales me ayudaron en cada paso de mi trayecto hasta ahora.
Estaba seguro de que había hecho de todo para cambiar mi vida, y luego le dije a Dios que quería recibirlo (el Espíritu Santo) en la vigilia. No fue hasta el último día del Ayuno de los 21 días que recibí el Espíritu Santo. Ese día, me sentí tranquilo, como si me hubiera quitado de encima un gran peso y las dudas. Recibí el Espíritu Santo y, paulatinamente, comencé a ver los frutos. Hoy, los jóvenes me ven como un ejemplo a seguir. Darle mi vida a Dios fue la mejor decisión que jamás he tomado.
Creo que si quieres tener un Ayuno de los 21 días exitoso, tienes que poner el 100% y asegurarte de que no hay nada pendiente que pueda retrasar el derramamiento del Espíritu Santo sobre ti.”
Enio Guimaraes
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