Fastidio crónico o pasajero

el portador del problema, la vida amorosa,

Fastidio crónico o pasajero

Denominamos fastidiosas a las personas que poseen un comportamiento desagradable en la convivencia con los demás, hasta el punto de ser una molestia.

Existen personas que son “enfermas crónicas a la hora de molestar”, pero la gran mayoría sufren apenas algunos episodios esporádicos. Infelizmente, en ambos casos, normalmente la persona no se da cuenta.

Quien está del otro lado, se da cuenta rápidamente, pero el portador del problema es el último en saber.

Por lo que, si tienes dudas si eres o no una persona fastidiosa, haz un análisis de las siguientes situaciones y ve si te identificas con alguna de ellas. Si encajas en una o más alternativa sería bueno que te corrigieras inmediatamente.
• Te quejas de la vida, del trabajo, del tráfico, de la familia, de la iglesia… en fin, una quejica a la que, cualquier cosa es motivo para empezar a señalar el lado negativo de las cosas, pues tus ojos no logran enfocarse en lo positivo.

• Solo tu tienes la razón y, por lo tanto, defiendes tu punto de vista e intentas convencer a todos los demás de que están equivocados. ¡Escuchar a los demás no es tu punto fuerte!

• Tus temas de conversación son siempre los mismos. ¡Hay que tener paciencia para aguantar eso!

• Siempre eres curiosa y no controlas cuando estás siendo indiscreta, al punto de disparar preguntas impropias sobre el sueldo, las intimidades, la vida amorosa etc.

• Te gusta dar “lecciones morales” a las personas y ni siquiera te preocupas en hacerlo reservadamente.

• Te gusta hablar de los defectos que las personas tratan de disimular, como una espinilla en la punta de la nariz, las orejas grandes, la verruga que empezó a crecer, las ojeras tipo “oso panda”, el abdomen inflado…

¡La lista de fastidios es enorme! ¡No seas una víctima!

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