¡El sacrificio es para todos!

buscar a Dios, dependencia de Dios, Espíritu Santo, la Obra de Dios,

¡El sacrificio es para todos!

El Señor Jesús dijo: “Todo es posible al que cree”. ¿Y no es exactamente eso lo que les decimos a las personas que llegan a la iglesia, con problemas de enfermedades incurables, deudas impagables, la familia totalmente destruida, en el fondo del pozo, sin amigos y sin nadie que las pueda ayudar? Nosotros hablamos de la fe, les decimos que no pueden aceptar esa situación, que tienen que tomar una actitud de fe y contar con Dios. Las orientamos a hacer las cadenas, a buscar a Dios, a ir al Altar, que es la única manera de resolver sus problemas.

Pero, ¿y en nuestro caso, cuando enfrentamos problemas en los estados en los que estamos trabajando? Las barreras que surgen, las dificultades con pastores, algo que tiene que ser comprado, lo primero que hacemos es recurrir al e-mail, al teléfono, para que el problema sea resuelto. O sea, queremos las facilidades. Y son esas facilidades las que traban la fe.

La facilidad es perjudicial tanto para los nuevos como para los antiguos. Para los nuevos, porque encuentran todo listo; las cosas que deberían ser adquiridas con sacrificio, son recibidas con facilidad o sin ningún esfuerzo, lo que los hace débiles. Y para los antiguos, que incluso comenzaron en la dificultad, en el sacrificio, para el bien del trabajo, porque hoy, con las facilidades, dejan la fe de lado y se acomodan.

Vea el gran peligro de las facilidades en este ejemplo: un padre sacrifica la vida entera con trabajo, lágrimas y esfuerzo para adquirir sus bienes. Después de que todo está listo, muere y su hijo se queda con todo en las manos para administrar. El mismo hijo que tuvo una infancia de facilidades, una juventud de facilidades y creció en medio de esas facilidades, cuando hereda los bienes, termina perdiéndolo todo, porque nunca le costó sacrificio.

Y en la Obra de Dios, cuando el pastor está acostumbrado a las facilidades y no ve sus pedidos siendo atendidos, enseguida vienen las excusas incoherentes tales como: “El trabajo no crece porque no hay apoyo”. En realidad, no es falta de apoyo, el problema es que se volvió un religioso, viene trabajando con una fe emotiva, haciendo un trabajo técnico, hablando de una fe que no se vive. Lo que realmente debemos hacer es poner en práctica lo que le decimos al pueblo. Tenemos que usar la fe, buscar a Dios, ir al Altar, hablar con Él y decirle: “¡Oh, Dios! ¡No acepto esta situación, hay una necesidad, y Tú tienes que abrirme las puertas!” Con certeza Dios nos honrará, porque es eso lo que Él quiere, que el trabajo se desarrolle.

El apóstol Pablo dijo:

“Porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios.” 1 Corintios 16:9

La puerta solo se abrió porque él lo provocó con el ejercicio de la fe. Incluso teniendo muchos adversarios, él no se intimidó, pues su foco siempre fue el Altar.

El sacrificio es para todos, tanto para los que entran como para los que ya están. El mejor ejemplo que tenemos es el obispo Macedo, que comenzó en la dificultad, en el sacrificio, desacreditado, sin apoyo, y que aún hoy, a pesar de que la iglesia es lo que es, sigue en el sacrificio, haciendo uso de la fe, en la dependencia de Dios.

“Ahora bien, el SEÑOR me ha hecho vivir, como Él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que el SEÑOR habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años. Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.” Josué 14:10-11

La carne envejeció, el tiempo pasó, las dificultades aumentaron, sin embargo el espíritu de la fe se mantuvo. Aunque existiese la necesidad de la conquista de la tierra prometida, ¡el enfoque de Caleb siempre fue el Altar!

Es como está escrito:

“Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.” Efesios 5:14

¡¡¡Tenemos que despertarnos!!!

Deixe um comentário