El departamento inactivo

el mismo escenario, Gracias a Dios, la mejor manera,

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Cierto hombre murió y se fue al cielo. Una vez allí se le concedió la oportunidad de ir a las instalaciones de Dios, y el ángel Gabriel le enseñó todo por allí.

Entraron al primer departamento, un local muy grande donde muchísimos ángeles (millones) estaban ocupados separando cartas.

El hombre se sorprendió y preguntó, “¿Qué están haciendo?”

Gabriel respondió “Están separando las cartas de pedidos de oraciones de acuerdo a su categoría, por personas que están enfermas, buscando trabajo, si necesitan liberación, o por intervención divina, etc.”

Se fueron a otro departamento donde vieron casi el mismo escenario, pero esta vez, los ángeles estaban empaquetando las cartas en cajas y sellándolas.

Una vez más, el hombre preguntó qué estaban haciendo y el ángel le dijo que estaban sellando las cartas de Dios como correspondencia a los pedidos hechos por la gente de la tierra, por sanación, trabajo y demás.

Por último fueron al último departamento donde vieron tan solo a un hombre sentado y adormilado sin mucho que hacer.

Esta vez, el hombre le preguntó al ángel susurrando, “¿Por qué este hombre está ahí sentado?” Gabriel dio la vuelta y miró al hombre “En este departamento no siempre están tan ajetreados como en los otros. Supuestamente, el ángel de aquí debería estar recibiendo cartas de agradecimiento por parte de las personas de la tierra que han recibido sus respuestas, bendiciones, curación, etc. de Dios, pero nadie parece recordar de donde vienen. Es por eso que este departamento solo tiene un hombre que se encarga de todos los quehaceres, y nunca está ocupado, por eso está adormilado.”

¿Qué ha hecho Dios por ti? ¿Cuántas respuestas a tus pedidos has recibido? ¿Cuántos obstáculos has superado? ¿De cuantas guerras de la vida saliste victorioso? ¿Le das gracias a Dios?

Po supuesto que deberíamos mantener los otros departamentos ocupados también, al fin y al cabo, fue Dios mismo quien nos dijo que pidiéramos, y nosotros seguimos pidiendo para poder glorificarlo a Él.

Sin embargo, vamos a darle siempre las gracias, y la mejor manera de hacer eso no es SOLO haciendo una oración de agradecimiento, sino que lo más importante es compartir nuestros testimonios y las buenas noticias con todos los que conocemos.

Vamos a evangelizar, vamos a salvar almas, vamos a multiplicar nuestros talentos.

Que Dios te bendiga en abundancia.

Ob Celso Junior

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