De vuelta por el buen camino

con mis amigos, mi relación con Dios, vivir la vida,

uyiCuando los jóvenes llegan al último estado de la adolescencia, se vuelven más curiosos acerca de la vida. “Quiero vivir la vida” “¿Me lo estoy perdiendo?”  Estos pensamientos y la necesidad de encajar entre los compañeros, puede hacer que tomen decisiones impulsivas en la vida. Uyi tenía la misma mentalidad al principio. Sigue leyendo para ver lo que cambió.

“Me siento bendecido porque crecí asistiendo al Centro de Ayuda UCKG y mi familia tiene una fe firme. Sin embargo, mis orígenes y mis conocimientos no me detuvieron a la hora de buscar estúpidamente los placeres de la vida. Siempre estaba festejando con mis amigos. En la universidad, mi deseo aumentó y causó un efecto perjudicial en mi trabajo universitario, en mis finanzas y mi confianza. Esto no era obvio porque me comportaba de una manera diferente en casa comparado a como era con mis amigos.

Como resultado, me volví templado. No era ni caliente ni frio en la fe; estaba en el medio. Cuanto más intentaba aprovechar lo máximo de los dos mundos, más difícil era. En el intento de manejar tanto servir a Dios como mi vida de fiestas acabé aislándome de mi familia y de mi relación con Dios.

No obstante, estaba protegido, no porque asistía al Centro de Ayuda de vez en cuando, pero debido a las oraciones incesantes y la fe de mis padres. En todo este tiempo, ellos nunca desistieron de mí. A menudo me despertaba a las 3 de la mañana, con mi padre en pie, orando por mí con aceite chorreando por mi cara.”

“Me gradué de la universidad y estaba dispuesto a encontrar un trabajo. Ahora que había tomado la decisión vital de seguir a Dios, sabía que le mundo era mi oyster. Todavía estaba indeciso con la carrera que quería hacer y no tenía trabajo. Pero las reuniones del Centro de Ayuda me inspiraron a usar mi fe de varias maneras, incluyendo el uso del Aceite de Unción.

Fui a Canary Wharf todo trajeado y con corbata y caminé por la zona, ungí sus cuatro esquinas con la determinación de que sería cabeza y no rabo. Esta fue tan solo una de las maneras que usé mi fe. Como resultado, conseguí un trabajo en un consultorio especializado en tecnología. Lo que es más increíble es que los clientes de la empresa incluyen muchas de las firmas que yo había ungido cuando caminé por los alrededores de Canary Wharf.”

Uyi Eghobamien

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