el fin de semana, un lugar mejor, una vida nueva,
Cuando te mudas a un nuevo país, hay una serie de cosas que hay que hacer de antemano: abrir una nueva cuenta bancaria y cerrar las antiguas, contratar una buena compañía de mudanza, empaquetar, etc. Eso puede llevarte hasta una semana entera de tu vida, incluyendo el fin de semana.
Pero, el resultado final compensa toda esa molestia: un nuevo lugar, nuevos vecinos y nuevos desafíos. Y, si además estás cambiándote para un lugar mejor… ¡Nuevo hogar, dulce hogar!
Lo mismo sucede cuando decidimos progresar en la vida. Seguir adelante después de una relación, una amistad, o hasta un estilo de vida equivocado. Al comienzo es una lucha y llevará tiempo, especialmente, cuando estás a punto de “empaquetar”; o sea, de guardar las cosas buenas y desechar las malas.
Cuando no hacemos eso, acabamos trayendo basura para el nuevo lugar o para la nueva vida… No podemos progresar si no nos deshacemos de las cosas viejas. Si decidiste vivir una vida nueva, espiritualmente más saludable, no cargues el sufrimiento y los mismos errores que has cometido para esa nueva vida. Determina que todo va a ser diferente, haz todo diferente, aunque al principio parezca que estés perdiendo tu propia identidad.
La basura no es para cargarla con nosotros, y sí para desecharla, es para que el camión de la basura se la lleve.
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