“Viejas heridas robaron 6 años de mi matrimonio”

 

Lina Mercado, a los 17 años, pensó que casarse con su novio de aquel entonces, José Patiño, borraría todos sus traumas pasados. Sin embargo, para su horror, las cosas no solo empeoraron, sino que su vida dio un vuelco total hasta el punto de que pensó que la única salida era intentar terminar con su vida. Sigue leyendo para descubrir qué hizo ella para cambiar su situación. 

Lina Mercado today“No recuerdo un momento de mi infancia en el que mi madre me hablara con calma. Su profundo bramido de rabia hacia mi, fue todo lo que conocí. Si decía la verdad, me golpeaba. Si mentía, me golpeaba aún más. Me hacía hacer todas las tareas de la casa, mientras que mis otros hermanos no movían un dedo. Crecí pensando que me odiaba. 

“Por esa razón guardaba mucho resentimiento dentro de mí. Mis palabras nunca eran agradables y peleaba con cualquiera que me mirara de manera inapropiada. No podía pensar con claridad cuando me enojaba. Yo era como un toro que veía el color rojo y reaccionaba iniciando una pelea o tirando cosas que estuvieran a mi alcance a cualquiera que me crispara los nervios. 

“¡Cuando José me llamó la atención, lo vi como un pasaje de salida de la casa de mi madre! Siempre pasaba por delante de su trabajo de camino a la escuela. No pasó mucho tiempo antes de que formáramos una amistad y luego comenzáramos una relación, poco después nos apresuramos a casarnos.

Lina Mercado beforeUn año después de nuestro matrimonio, ya era una pesadilla viviente. 

“Mi ira era tan descontrolada que una vez me empotré con mi motocicleta a toda velocidad contra una chica que estaba coqueteando con mi hermano casado. Pero eso no fue todo. Unos días después, ella tomó represalias y trató de apuñalarme. Por mi propia seguridad, mi esposo y yo nos fuimos de Colombia para mudamos al Reino Unido. 

“Tuvimos cuatro hijos, pero todavía no era feliz. No estaba trabajando y en lugar de pedirle dinero a mi esposo, iba a sus espaldas y pedía préstamos por miles de libras, gastándolos en ropa costosa y vacaciones en Colombia con la esperanza de que eso me consolaría, pero la alegría era solo momentánea. Fue entonces cuando busqué la ayuda de los hechiceros, que tampoco funcionó. Simplemente no sabía qué hacer. Entonces, planeé tirarme desde el tercer piso de nuestro apartamento para terminar con todo, pero por el bien de mis hijos, no pude hacerlo. 

Lina Mercado with her family today“El punto de inflexión en nuestro matrimonio fue cuando invitaron a mi hija a la Iglesia Universal. Me lo contó y yo también decidí asistir, pero el primer día no entendí nada y no regresé. Ocho meses después, volví a la iglesia para intentarlo de nuevo porque mi vida no mejoraba. Esta vez quise cambiar y poner todas mis fuerzas en convertirme en una nueva versión de mí misma. 

“Empecé a asistir a las reuniones tres veces por semana y puse en práctica lo que estaba aprendiendo. Leía la Biblia a diario y, poco a poco, noté que comencé a tratar a mi esposo y la situación en el hogar de manera diferente. Me sentía más tranquila y más en control de mis emociones. ¡El cambio en mí provocó un cambio en él! 

“Comenzamos a comunicarnos en vez de gritarnos. La decisión de perdonar a quienes me lastimaron fue clave para finalmente liberarme de mi pasado. Hoy, ya no soy una bomba a punto de estallar ni dependo del alcohol. Soy una persona completamente diferente. Llevamos 30 años casados y nuestra relación ha cambiado por completo. Tenemos diferencias, como todas las parejas, pero no tardamos en sentarnos, hablar y encontrar puntos en común. ¡Somos más íntimos que nunca! Ahora hay respeto y comprensión. Lo mejor de todo es que he encontrado la paz interior que busqué durante tantos años.” 

Lina Mercado