Una lección de humildad

al otro lado, nuestra propia fuerza, toda esa belleza,

pretty girl inSobre sus tacones.

El cabello estaba impecable.

Sus uñas estaban hechas maravillosamente.

Un vestido que era tan bonito – diseñado seguramente.

El bolso… ¡Qué sueño!

Pero algo no cuadraba con su imagen; había algo que echaba a perder toda esa belleza. El Orgullo.

Miraba a las otras a su alrededor como si fueran pescados en una pecera; la forma en la que trató a la tendera también dice mucho sobre de ella. ¡La joven fue tan educada pero la trató como si fuera una esclava!

Estaba dentro de la tiendan y tenía sus gafas de sol de Tom Ford puestas.

Caminó por la tienda con una postura erguida, la nariz respingona y agarrando su bolso cuando, de repente…

¡Se cayó!

Debió haberse resbalado con algo y se cayó de una manera poco elegante…

Su cabello estaba desordenado, dos uñas rotas y sus gafas oscuras fueron a parar al otro lado de la tienda.

Sus ojos llenos de lágrimas y su rostro avergonzado. Fue tan vergonzoso que hasta pensé, “¡Si llego a ser yo, pretendería haberme desmayado!”

Alguna gente a su alrededor corrió para echarle una mano y ahora parecía mas humana y humilde.

No se hizo daño, solo sus uñas. Lo único que debió haberse dañado fue su amor propio.

Esta historia es tan solo una lección, pero ¿cuántas veces nos comportamos como esta señora?

Pensamos que estamos bajo control, nos olvidamos de Dios y pensamos que podemos hacer todas las cosas nosotras mismas, por nuestra propia fuerza. Luego ocurren los problemas y nos vemos tan pequeñas y humildes que reconocemos que somos nada.

A veces tenemos problemas en nuestra vida para mostrarnos lo orgullosas que somos, y  quizás, para darnos una segunda oportunidad de cambiar y comenzar de nuevo.

nandabezerra.com | nb@uckg.org

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