En los tiempos bíblicos, era común que los reyes hicieran entradas triunfales en una ciudad. Entonces, cuando Jesús entró en Jerusalén montado en un asno y la gente de esa ciudad puso hojas de palma delante de Él, estaban recibiendo al Señor Jesús como su Rey.
“Al día siguiente, cuando la gran multitud que había venido a la fiesta, oyó que Jesús venía a Jerusalén, tomaron hojas de las palmas y salieron a recibirle, y gritaban: ¡Hosanna! Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel.” (Juan 12:12-13)
Sin embargo, el viernes de esa semana fue crucificado en el mismo lugar donde fue recibido como Rey. El Señor Jesús ya sabía que esto sucedería, pero era necesario que el sacrificio ocurriera porque era la única manera de salvarnos del infierno.
El Domingo de Ramos, día en que Jesús entró en Jerusalén, marca el inicio de la Semana Santa. A partir de entonces, Jesús nos enseñó valiosas lecciones a través de acciones importantes que tuvieron lugar todos los días antes de Su muerte en la Cruz y Su resurrección el Domingo de Pascua.
¿Conoces el significado detrás de algunos de los eventos clave que ocurrieron durante esa semana, como la limpieza del templo por parte de Jesús, la unción en Betania o el lavado de los pies de los discípulos?
Te invitamos a revivir los pasos del Señor Jesús. ¡Recordemos lo que Él hizo por nosotros en la semana más importante de la historia de la humanidad!
Para conmemorar estos eventos y aprender más sobre lo que sucedió en esta semana especial, únete a nosotros en tu Iglesia Universal local todos los días desde el ‘Domingo de Ramos’ hasta el ‘Domingo de Pascua’ para el evento Acuérdate de mí. Cada día de la semana será especial.
El propósito del Ayuno de Daniel es de preparación para la “Semana Santa” y finalizará el 31 de marzo. Si no estás participando, pero te gustaría unirte a nosotros, todavía hay tiempo. Encuentra más información aquí.
