A menudo hablamos de desear lo mejor: la mejor relación, la mejor pareja, el mejor futuro. Pero a veces olvidamos que, para recibir lo mejor, primero debemos ser los mejores. Así que, si hay algo que puedes hacer cada día para bendecir tu vida amorosa, es esto: convertirte en el mejor en todo lo que haces, no para los demás, sino para Dios. Esta fue la lección clave que aprendimos durante la Terapia del Amor de la semana pasada, dirigida por el obispo James y Sra Helena Marques en la Catedral de los Milagros.
Si queremos construir una vida amorosa sólida, primero debemos construir una vida espiritual sólida. Ahí es donde todo comienza.
Piénsalo: cómo oramos, cómo servimos, cómo vivimos: todo refleja lo que sucede en nuestro interior. La oración, en particular, es como un termómetro espiritual: revela el estado de nuestra fe.
Tomemos un momento para reflexionar sobre Daniel, de la Biblia. Estaba cautivo en Babilonia, rodeado de costumbres extranjeras. Sin embargo, lo que lo distinguió no fueron sus antecedentes, su apariencia ni sus palabras, sino su espíritu de excelencia.
Incluso en un lugar donde nadie compartía sus creencias, Daniel se mantuvo cerca de Dios. Oraba con constancia y vivía con integridad incluso cuando nadie lo veía. Fue esa excelencia interior la que hizo que incluso un rey que no servía a Dios notara algo diferente en él.
Con nosotros ocurre lo mismo. Cuando nos esforzamos al máximo por Dios, esa excelencia interior se refleja en todos los aspectos, incluyendo nuestra vida amorosa.
Las investigaciones demuestran que las parejas casadas suelen vivir más. ¿Sabes por qué? Porque se cuidan mutuamente y dan lo mejor de sí. No solo buscan recibir, sino que dan, se apoyan, se nutren y se sacrifican el uno por el otro.
Así que, ya seas soltero, tengas pareja o estés casado, esfuérzate por ser el mejor en dar en tu relación. No pienses solo en lo que esperas de una relación, piensa en lo que aportas.
Cuanto más des, no por presión, sino por amor, más florecerá tu relación. Si eres soltero, no te enfoques en llamar la atención. Enfócate en servir bien a Dios, y si lo haces con constancia, empezarás a ver cómo tu vida amorosa se transforma, porque una persona con un espíritu excelente siempre se sentirá atraída por alguien con la misma cualidad.
¿Quieres más consejos para tener una vida amorosa plena? Acompáñanos en nuestra Terapia del Amor este jueves a las 20:00 h.
Evento: Terapia del Amor
Día y hora: Todos los jueves a las 20:00 h
Ubicación: La Catedral de los Milagros, Teatro Rainbow, 232 Seven Sisters Road, Finsbury Park, Londres, N4 3NX
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