El domingo 22 de junio, emprenderemos un viaje de desintoxicación espiritual y conexión total con Dios. Durante 21 días, eliminaremos de nuestras vidas todas las distracciones que nos impiden escuchar la voz de Dios —espiritualmente hablando— y adoptaremos hábitos que nos acerquen al Altísimo.
En el mundo actual, con las redes sociales y el constante bombardeo de información, cada vez es más difícil para las personas dedicar tiempo de calidad a su vida espiritual. Lamentablemente, la comunión con Dios a menudo ha quedado relegada a un segundo plano, alejando a muchos de Él y, en consecuencia, de su poder.
Con esto en mente, la Iglesia Universal celebra periódicamente este propósito especial de fe en el que todos son bienvenidos. A través del Ayuno de Daniel, quienes ya tienen una relación sólida con Dios pueden renovar sus votos y buscar aprender a ser utilizados aún más por Él, mientras que quienes han seguido al Señor pero aún no han tenido una verdadera experiencia con Él pueden buscar su presencia con mayor eficacia, ya que sus pensamientos se centrarán en las cosas celestiales. Quizás estés leyendo esto y pienses: “Esto no es para mí. No tengo fe”. No dejes de leer, porque tenemos buenas noticias: en el fondo, todos tenemos fe. Solo necesitamos dejar que este poder interior aflore y aprender a usarlo eficazmente para lograr los resultados que deseamos, y el Ayuno de Daniel es la oportunidad perfecta para hacerlo.
¿Te apuntas? A lo largo de estos 21 días, compartiremos muchos más consejos, reflexiones y palabras de fe para ayudarte a aprovechar al máximo este camino. ¡Prepárate y no te lo pierdas!
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