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Hemos determinado que el 2013 será ‘el año de los milagros’ y estoy seguro de que Dios va a honrar nuestra fe. Al fin y al cabo, Él está más interesado en ver los milagros en nuestras vidas que nosotros, porque es así como Él es glorificado.
Vamos a ver cómo el mundo describe ‘un milagro’:
1. Un evento sorprendente y bienvenido que no se explica con leyes naturales ni científicas y es considerado divino.
2. Un gran evento improbable o extraordinario, desarrollo o logro.
3. Algo, de lo que el hombre, normalmente, no es capaz de hacer posible y el cual, por lo tanto, se cree que solo un dios o Dios puede hacerlo realidad.
4. Una persona o una cosa que es un maravilloso ejemplo de algo.
5. Un evento o efecto contrario a la constitución establecida y al curso de las cosas, o una desviación de leyes de la naturaleza conocidas; un evento supernatural, o una transcendencia de las leyes normales a las que se atiene el universo.
Entonces, ¿Existen los milagros? ¡Ah, sí! La pregunta es, ‘¿Cómo puedes hacer uno realidad en tu vida?’ Desde la creación del hombre, no hay nada que Dios haya hecho sin nuestra participación – incluso Eva, fue formada de una de las costillas de Adán. Cuando ves un milagro en la Biblia, te darás cuenta que alguien tuvo que hacer algo para ese milagro ocurriera. Moisés extendió su vara y el mar se partió en dos. El golpeó la roca y el agua salió.
Elías construyó un altar y oró, y el fuego descendió. Josué caminó alrededor de Jericó y las paredes cayeron. Ana fue al Templo y se desahogó, y fue madre. David tiró la piedra, y Goliat colapsó. Pedro echó la red al rio y atrapó peces como nunca antes, y ¡la lista sigue!
La receta es simple. Todo lo que tenemos que hacer es usar nuestra fe – hacer nuestra parte. Una vez que hacemos nuestra parte, ¡estoy seguro de que El hará Su parte también!
Es por esto que durante este año tendrás un montón de oportunidades para despertar tu fe para que los milagros se realicen en tu vida.
Haremos propósitos de fe, Cadenas de oración especiales, Campañas de Israel, etc., todo con el objetivo de verte glorificar a Dios con tu testimonio.
Solo hay una cosa que tengo que pedirte: tan pronto como ocurra el milagro, grítalo bien alto y deja que todos lo sepan; haciendo esto, estarás glorificando a Dios y dándole al oportunidad a otros para recibir sus milagros también.
¿Cómo te sientes cuando escuchas a alguien testificar? ¿Te anima de verdad para que sigamos adelante, verdad?
P.D Si alguna vez has recibido un milagro de Dios, Me gustaría saberlo. ¡Estoy creando una página en mi blog donde podrás escribir tu testimonio para poder compartirlo con el mundo! ¿Tienes vergüenza de testificar o te hace feliz testificar? Tu decides. Visita bpcelsojunior.com/es
Obispo Celso Junior
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