Lo que no decimos aún duele

Suffering Alone

El sufrimiento es algo que, lamentablemente, puede afectar a cualquiera, y sus formas son tan variadas como las personas que lo experimentan. Algunos tienen dificultades económicas, inseguros de cómo mantener a sus familias. Otros quedan atrapados en relaciones abusivas, mientras que otros luchan en silencio contra una baja autoestima y una profunda tristeza que les pesa en el corazón.

Muchos creen que alcanzar ciertas metas —conseguir un trabajo bien remunerado, encontrar una relación romántica o tener una casa propia— pondrá fin a su sufrimiento. Sin embargo, innumerables personas lo tienen todo y aún sienten un vacío interior. Famosos que viven vidas aparentemente perfectas han hablado abiertamente de sus luchas contra la depresión, mientras que empresarios adinerados a menudo confiesan sentimientos de aislamiento. Incluso quienes están rodeados de seres queridos pueden experimentar soledad.

Esto revela una dolorosa verdad: el sufrimiento no se trata solo de lo que tenemos o no tenemos. A menudo es interno, invisible y profundamente personal. Lo más desgarrador es cuántas personas sufren en silencio. Algunos temen parecer débiles o incapaces, mientras que a otros les preocupa convertirse en una carga para sus seres queridos.

Por ejemplo, un padre que se enfrenta al desempleo podría ocultar su estrés a su familia para “mantenerse fuerte”. Un adolescente que sufre acoso escolar podría fingir que todo está bien para no preocupar a sus padres. Otros pueden sufrir en silencio simplemente porque carecen de alguien en quien confiar o porque no saben cómo empezar la conversación.

Sin embargo, lo cierto es que el silencio a menudo profundiza el dolor. Por eso, abrirse es uno de los primeros pasos más poderosos hacia la sanación. Compartir nuestras dificultades no nos hace débiles; nos hace humanos.

Las investigaciones respaldan esta idea. Según la Asociación Americana de Psicología, se ha demostrado que expresar las emociones hablando o escribiendo reduce el estrés, fortalece el sistema inmunitario e incluso mejora la salud física. Un estudio de 2017 publicado en la revista Emotion descubrió que las personas que compartieron sus sentimientos con un oyente comprensivo experimentaron una disminución significativa del malestar emocional. Además, Mental Health America afirma que simplemente hablar de tus problemas puede aliviar la sensación de aislamiento y ayudarte a recuperar el control.

A veces, basta con que alguien te escuche, que te escuche de verdad, sin juzgarte ni interrumpirte. Como lo demuestran los estudios mencionados, un oído atento puede ser más poderoso de lo que imaginamos. Por eso, en la Iglesia Universal ofrecemos una línea de ayuda disponible las 24 horas, para cualquier persona que necesite hablar. Formada por voluntarios capacitados, muchos de los cuales han superado sus propias dificultades, esta línea de ayuda no solo ofrece un oído comprensivo, sino también consejo espiritual para quienes buscan fortaleza y dirección.

Independientemente de lo que estés enfrentando, no tienes que afrontarlo solo. No tienes que soportar el peso de tu sufrimiento en silencio. Si estás leyendo este artículo y sientes que estás al borde del colapso, o incluso si simplemente necesitas hablar con alguien, ten en cuenta que hay ayuda disponible ahora mismo. Contáctanos a cualquier hora del día o de la noche. Puede llamarnos al 020 7686 6048 o enviarnos un mensaje de WhatsApp al 07490 979661.

Fuentes: https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC6640093/

https://www.verywellmind.com/the-impact-of-social-isolation-on-mental-health-7185458