Toda relación amorosa pasa por tres etapas esenciales. Es a través de la comprensión y el cuidado que se dan en cada etapa que las parejas pueden madurar en el amor y tener un matrimonio feliz y duradero. Este fue el mensaje central que abordaron el Obispo James y la Sra Helena Marques en la última Terapia del Amor, celebrado en la Catedral de los Milagros.
La primera etapa del amor suele estar marcada por una abrumadora sensación de perfección. Esta es la fase de las flores, los cumplidos y la idealización de la pareja. Todo parece perfecto, y ambos pueden sentir que han encontrado a su media naranja. Durante esta fase, las personas presentan la mejor versión de sí mismas.
Sin embargo, es importante recordar que esta etapa, aunque sana y placentera, no puede durar para siempre, lo que a menudo conduce a la decepción cuando llega la segunda etapa. Si bien es natural e importante experimentar el enamoramiento, es crucial comprender que este sentimiento cambiará con el tiempo.
Esta es la etapa en la que muchas relaciones enfrentan desafíos significativos. A medida que la etapa del enamoramiento se desvanece, la realidad de las imperfecciones de la otra persona, junto con las nuestras, se hace evidente. La etapa de desilusión puede resultar incómoda e incluso dolorosa, pero es un paso necesario para que la relación madure.
La desilusión no es el fin del amor. Marca el comienzo del amor verdadero, que requiere inteligencia, humildad y disposición para cambiar. Durante esta etapa, las parejas suelen cometer el error de culpar a su pareja por los problemas que surgen. Sin embargo, como nos recuerda el obispo James: «Eres el espejo de la otra persona, y ella es el tuyo». En otras palabras, los rasgos que más te irritan en tu pareja pueden reflejar algo dentro de ti que necesita ser trabajado. En lugar de señalar con el dedo, es momento de mirar hacia dentro y considerar cómo ambos pueden crecer y mejorar.
Las reacciones emocionales en esta etapa pueden llevar a comportamientos destructivos, ya que las parejas se culpan mutuamente o evitan los cambios necesarios. Pero quienes eligen abordar esta etapa con razón y fe, tienen la oportunidad de superar el orgullo y experimentar una verdadera transformación en su relación. Lamentablemente, muchos matrimonios se rompen durante esta etapa porque a ambos les cuesta aceptar la realidad de sus imperfecciones y la necesidad de crecer. Cada uno sigue su propio camino hasta que se separa emocional o físicamente, y lo peor es que arrastran los mismos defectos a su siguiente relación.
Para quienes no logran superar la fase de desilusión con madurez, comienza a instalarse una sensación de distancia emocional. Las parejas pueden seguir viviendo bajo el mismo techo, pero sus vidas se separan y se convierten en compañeros de piso.
Entonces, ¿cómo encuentran las parejas el camino de regreso desde este punto? El obispo James sugiere que pedir retroalimentación a la pareja es un buen punto de partida. “¿Cómo llegamos aquí?” es una pregunta crucial. Sin embargo, este proceso requiere humildad: la disposición a escuchar, aceptar críticas constructivas y hacer cambios.
El recorrido por estas tres etapas no es fácil, pero las parejas que las atraviesan con fe, razón y humildad a menudo encuentran verdadera plenitud en su relación.
Si te interesa descubrir cómo amar con inteligencia, participa en nuestra próxima Terapia del Amor el jueves y aprende a tener una vida amorosa plena y feliz.
Evento: Terapia del Amor
Día y hora: Jueves a las 20:00 h
Ubicación: La Catedral de los Milagros, Teatro Rainbow, 232 Seven Sisters Road, Finsbury Park, Londres, N4 3NX
