En el mundo actual, el concepto de familia se está desvaneciendo gradualmente. Lo que una vez fue un símbolo de unidad, apoyo y amor incondicional se ve cada vez más marcado por la distancia, la frialdad y, en ocasiones, la tragedia. No es raro escuchar noticias impactantes de familiares que ya no se hablan o, peor aún, que cometen actos impensables contra sus propios parientes. Esto confirma que el vínculo familiar se está debilitando de manera alarmante.
Una de las principales razones de esta lamentable realidad es el estilo de vida ajetreado y acelerado que se ha convertido en la norma. Los padres están sobrecargados de trabajo, los hijos están sumergidos en la tecnología y las conversaciones significativas en la mesa son cada vez más escasas. Puede que todos estén físicamente presentes, pero emocionalmente, están distantes.
Además, problemas más profundos se han ido infiltrando en las familias. El estrés financiero, las adicciones, la infidelidad, el resentimiento y los traumas pasados sin resolver, a menudo pasan desapercibidos, erosionando silenciosamente la unidad y la paz en el hogar. Pero ¿sabías que, en muchos casos, influyen influencias espirituales y energías negativas? Muchas personas desconocen cómo estas fuerzas invisibles pueden actuar silenciosamente, fomentando la división, la ira y la amargura entre los miembros de la familia.
La ausencia de un entorno familiar estable crea adultos destrozados que a menudo cargan con las cicatrices de una infancia problemática. Esto aumenta la probabilidad de que estos adultos críen a sus hijos en el mismo entorno tóxico, perpetuando un ciclo interminable de disfunción.
A pesar de todos estos desafíos, debemos recordar una verdad importante: la familia es un regalo de Dios. Es en ella donde debemos encontrar amor, apoyo, consuelo y propósito. Cuando nuestras familias son fuertes, nosotros somos fuertes. Cuando nuestros hogares están llenos de paz, podemos afrontar cualquier cosa que la vida nos depare. Por lo tanto, es esencial hacer todo lo posible para proteger, preservar y luchar por nuestras familias.
Sin importar los problemas que tu familia pueda estar enfrentando, ya sea falta de comunicación, traición, dificultades económicas o incluso violencia, aún hay esperanza. Es posible restaurar lo que se ha roto, ¡pero debemos actuar! Debemos buscar la ayuda de Dios, ya que Dios es el único con el poder de vencer todas las amenazas que surgen del ámbito espiritual.
Por eso, este viernes, al continuar con Las Siete Oraciones para una Limpieza Espiritual Completa, nos centraremos en la liberación y protección de nuestras familias. A través de la fe, combatiremos toda negatividad que busca destruir lo que Dios creó para ser una bendición, determinando que la paz y la unidad prevalecerán en nuestros hogares.
No permitas que tu familia se desmorone. No creas la mentira de que “nada cambiará”. Trae a tu familia a la Iglesia Universal o ven a apoyarlos. Este viernes podría ser el punto de inflexión que has estado esperando.
Evento: Las Siete Oraciones para la Limpieza Espiritual Completa
Día y hora: Viernes a las 19:30h (también a las 7:00h, 12:00 h y 16:30h)
Ubicación: En la Iglesia Universal en español