La pendiente resbaladiza de la infidelidad

Infideliy

Es un día normal en el trabajo. Al llegar el descanso, un grupo de compañeros se dirige a una cafetería para socializar y desconectar. Entre ellos, un hombre casado se sienta frente a un compañero y comienzan una conversación amistosa y relajada, llena de bromas aparentemente inofensivas y miradas cruzadas. Para él, esta interacción parece completamente inocente; después de todo, ama a su esposa y jamás la engañaría.

Sin embargo, con el paso de los días, sus conversaciones se profundizan, derivando en un deseo de estar más cerca el uno del otro. Aun así, no ve nada malo en ello; es simplemente una amistad entre compañeros. Hasta que una noche, después de un evento laboral, cruza una línea que nunca pensó que cruzaría. Para cuando se da cuenta de la gravedad de sus actos, ya es demasiado tarde. Un momento de desconsideración ha destrozado años de matrimonio, se ha distanciado de sus hijos e incluso ha puesto en peligro la estabilidad financiera que había construido gracias a su trabajo debido a los altos costos del divorcio. La infidelidad no ocurre de un momento a otro; se desarrolla con el tiempo, a menudo comenzando como algo aparentemente insignificante. Empieza en el corazón y la mente antes de manifestarse en una acción concreta. En Mateo 5:27-28, Jesús enseña a sus discípulos: “Habéis oído que se dijo: «No cometerás adulterio». Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón.”

Además, la infidelidad se ve fomentada por influencias espirituales negativas, ya que el diablo promueve cualquier cosa que pueda destruir matrimonios y familias. Muchas personas, a pesar de saber que están equivocadas, luchan por resistir esta tentación porque no reconocen el aspecto espiritual detrás de este comportamiento.

Las consecuencias de la traición incluyen dolor, frustración, separación, culpa, vergüenza y arrepentimiento. Incluso si una aventura permanece en secreto, los involucrados llevan una carga en la conciencia que les impide encontrar paz. Si hay hijos en el matrimonio, las repercusiones se extienden aún más. Puede que los niños no entiendan los detalles, pero pueden percibir la tensión, el dolor y las fracturas dentro de su familia. El divorcio o un conflicto prolongado pueden dejar cicatrices emocionales duraderas en los niños, afectando su percepción del amor y la confianza en sus futuras relaciones.

Pero, ¿cómo evitar ser parte de esta triste realidad? La respuesta es: luchando con armas espirituales.

¿Estás enfrentando una crisis en tu relación debido a una infidelidad o tu matrimonio ya ha sido destruido por una traición? Únete a nosotros este viernes para la reunión de Limpieza Espiritual en lq  Iglesia Universal en español. A través de la fe, combatiremos este espíritu que ha estado destruyendo tantos hogares.

Evento: Reunión de Limpieza Espiritual
Día y hora: Viernes a las 19:30 h (también a las 7:00 h, 12:00 h y 16:30 h).
Ubicación: En la Iglesia Universal en español.