En nuestra vida diaria, realizamos innumerables actos de purificación, a menudo sin pensarlo dos veces. Estas acciones tienen una importancia mucho mayor de la que solemos imaginar.
Desde una perspectiva práctica, hábitos sencillos como lavarse las manos se encuentran entre los medios más eficaces para prevenir enfermedades. Al usar agua y jabón, eliminamos bacterias y virus dañinos, lo que nos ayuda a protegernos a nosotros mismos y a los demás de infecciones. Esto es importante para nuestra salud y el bienestar de quienes nos rodean.
De igual manera, bañarse regularmente elimina las impurezas del cuerpo, como la suciedad, el sudor y las bacterias que causan mal olor y afecciones cutáneas. Contribuye no solo a la limpieza física, sino también a una sensación de renovación y dignidad. Nos ayuda a sentirnos renovados, cómodos y preparados para afrontar el día con confianza.
La purificación física no se limita a lo que hacemos en el exterior. Lo que ingerimos también influye en nuestra salud y bienestar. Mantenerse hidratado es vital: apoya los sistemas naturales de desintoxicación del cuerpo, ayudando a la digestión, la circulación e incluso a la apariencia de la piel. Beber suficiente agua a diario puede compararse con una limpieza interna, ayudando a eliminar los desechos y a mantener el funcionamiento eficiente de los órganos vitales.
De igual manera, nuestra dieta juega un papel crucial en esta purificación natural. Los alimentos ricos en nutrientes, como frutas, verduras y cereales integrales, proporcionan al cuerpo las herramientas que necesita para limpiarse desde dentro.
Más allá de lo físico, existe la necesidad de una purificación espiritual que a menudo se pasa por alto. Así como nuestro cuerpo necesita limpieza y desintoxicación, nuestro ser interior también necesita renovación y restauración. El dolor emocional, los sentimientos de culpa, la ira no resuelta, el miedo e incluso los traumas pueden pesar mucho en el alma. La purificación espiritual es el proceso de liberar estas cargas y buscar una conexión más cercana con Dios.
La Biblia ofrece varios ejemplos poderosos que ilustran la importancia espiritual de la purificación. Por ejemplo, el profeta Eliseo usó sal para purificar las aguas de Jericó, revitalizando lo que había sido estéril e improductivo (2 Reyes 2:19-22).
Este evento revela la importancia del agua y la sal no solo como elementos físicos, sino también para la transformación y renovación divina.
Por eso, durante los 7 viernes de purificación espiritual, te invitamos a traer una botella de agua cada viernes. Durante la reunión, se le añadirá sal consagrada, simbolizando la purificación espiritual que puede comenzar a tener lugar en tu vida a través de la fe.
Es una oportunidad para liberarte de cualquier obstáculo, ya sea la agitación emocional, la opresión espiritual, los conflictos familiares o las dificultades económicas. A través de la fe, la oración y el uso de estos elementos sagrados, puedes comenzar un proceso de liberación completa.
Este viernes 27 de junio se celebra la tercera semana de esta Cadena de Oración especial. ¡Todavía estás a tiempo de participar! Si hay cosas en tu vida que te han causado dolor o sufrimiento, este podría ser el momento de dejarlas ir de una vez por todas.
Evento: 7 Viernes de Purificación Espiritual
Día y hora: Viernes 27 de junio a las 19:30 h (también a las 7:00 h, 12:00 h y 16:30 h)
Ubicación: En la Iglesia Universal en español
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