El domingo 3 de agosto, se celebró el Gran Clamor Mundial por la Justicia en el Templo de Salomón en São Paulo, Brasil. Esta conmovedora reunión unió a obispos y pastores de más de 140 países en una sola fe, clamando por la Campaña de Justicia.
Al inicio de la reunión, el Obispo Renato Cardoso invitó a todos los obispos y pastores a presentarse ante el altar, llevando las cenizas de las peticiones de oración quemadas previamente.
Todos los presentes alzaron la voz para clamar por la justicia. La oración fue dirigida inicialmente en portugués por el Obispo Renato y luego continuó en varios idiomas: una poderosa demostración de unidad global, ya que muchas naciones se unieron con un solo propósito.
Después de la oración, el Obispo Renato y los pastores consagraron aceite como un acto de fe. A continuación, pronunció un mensaje que abordó uno de los mayores desafíos de la humanidad: vivir bajo la maldición del pecado. Citando Génesis 3:17, enfatizó que el pecado en sí mismo es una maldición.
La Solución al Pecado es el Arrepentimiento
“Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la presencia del Señor”. – Hechos 3:19
“El arrepentimiento”, explicó, “es reconocer las propias faltas y sentir un profundo pesar por haber desobedecido a Dios. No se trata de culpar a otros, sino de examinarse sinceramente a uno mismo.”
“Cuando hay verdadero arrepentimiento y entrega, viene el refrigerio: trae alivio, paz interior y la certeza de la salvación. Esto no significa una vida libre de luchas, sino una vida llena de paz divina.”
El Obispo Renato también destacó la importancia del bautismo en las aguas, describiéndolo como el verdadero bautismo de arrepentimiento.
Próximos Eventos
Además, del 10 al 17 de agosto, la Iglesia Universal celebrará una semana especial de bautismos en las aguas en todas las iglesias.
