Dicen que es la mejor época del año… ¿Pero realmente lo es?

December Blues

El estrés, la inquietud y la soledad son señales claras de que el último mes del año no es feliz para todos. Para muchos, diciembre se siente mucho más desafiante que alegre, agobiado por un torbellino de expectativas. Todo parece suceder a la vez: la sensación de un final, la presión de celebrar, la obligación de comprar regalos y la idea de que debemos ser felices.

Además, el llamado “13.º salario”, que a menudo incentiva el gasto extra, los niños en casa durante las vacaciones escolares y la necesidad de atar todos los cabos sueltos antes de Nochevieja, no es de extrañar que la gente se sienta abrumada.

Según Skipton Building Society, tres de cada diez británicos afirman que su salud mental se desploma durante la Navidad, en gran parte debido a presiones como el dinero, recibir invitados y hacer felices a los demás. La encuesta a 2000 adultos reveló que satisfacer las expectativas de los familiares, cumplir con los compromisos sociales y la presión de pagar todo genera estrés en muchos.

Al acercarse el fin de año, la reflexión suele traer decepción. Para algunos, las cosas no salieron como lo habían planeado. Los sueños se quedaron en sueños. Las metas se pospusieron. Otros terminan el año enfrentando el desempleo, la enfermedad, el duelo o conflictos familiares sin resolver.

Irónicamente, una época tradicionalmente asociada con la calidez y la unión puede intensificar el dolor emocional, especialmente para quienes ya son vulnerables.

Mientras gran parte de la sociedad se sumerge en un ambiente festivo, ver a los demás parecer felices puede profundizar los sentimientos de tristeza y hacer que se pregunten por qué no tienen nada que celebrar. Incluso rodeados de gente, muchos experimentan un vacío interior, como si la vida hubiera perdido su sentido, lo que puede llevar a las personas a aislarse.

¿Te preguntas qué traerá el próximo año y si la vida mejorará o se volverá más difícil? Para quienes tienen una fe sólida, esta incertidumbre puede encontrarse con tranquilidad. Bíblicamente, la fe se define como la confianza en lo que se espera y la certeza de lo que aún no se ve. Confiar en las promesas de Dios ofrece estabilidad más allá del azar y las circunstancias.

El comienzo de un nuevo año a menudo se siente como un nuevo comienzo. En realidad, la vida no se transforma de la noche a la mañana. El calendario cambia, pero seguimos siendo los mismos, enfrentando las mismas situaciones.

Eso no significa que el cambio no sea posible. El verdadero cambio comienza en nuestro interior: en nuestra mentalidad, nuestras actitudes y las decisiones que tomamos cada día. Pequeños pasos dados ahora pueden dar forma a lo que nos espera.

Superar este período con más paz a menudo significa aprender a priorizar la razón sobre la emoción. Esto incluye ser más amable con uno mismo, evitar las comparaciones, especialmente en las redes sociales, y recordar que las fotos rara vez muestran la imagen completa. Cada uno sigue su propio camino.

También es importante no obsesionarse con las dudas, que pueden debilitar fácilmente la mente y desestabilizar las emociones. Si bien la duda a menudo alimenta el miedo y la inseguridad, la fe puede brindar paz y confianza en el futuro. Convencidos de que las acciones de hoy son la semilla del mañana que puede marcar la diferencia.

Si esta época del año te resulta especialmente difícil, tienes apoyo disponible. Puedes llamar a nuestra línea de ayuda 24 horas al 020 7686 6048 o escribirnos por WhatsApp al 07352 945274. No tienes que afrontar diciembre ni tus sentimientos solo.

Fuente: https://mentalhealth-uk.org/blog/tis-the-season-3-in-10-brits-say-their-mental-health-nosedives-over-christmas/