Cortar las raíces malas en 4 pasos

cambiar tu vida, no eres bueno, parte de tu vida,

 

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No importa quien seas ni de donde vengas, la persona en la que te has convertido es el resultado de las raíces que tienes en tu vida que están relacionadas con tu pasado. Tus raíces determinan quien tú eres hoy.

La idea equivocada que tienen acerca de esto la mayoría de las personas en la iglesia es que, si le entregas tu vida a Jesús, entonces las raíces relacionadas con tu pasado no importan cuando la verdad es que estas raíces todavía forman parte de tu vida en gran manera.

Al crecer, nuestros padres, profesores y mentores nos enseñaron cosas positivas que todavía son parte de nuestras vidas ahora mismo. Todavía estamos aferrados a valores y enseñanzas que pasamos a nuestros hijos y a aquellos que están cerca de nosotros que, por supuesto, les benefician también.

Por otro lado, TODOS NOSOTROS – pastores, obreros, miembros- también tenemos raíces malas que ni siquiera nos damos cuenta que nos están reteniendo diariamente. Si tratas de encontrar las razones detrás de muchos de tus miedos, complejos y actitudes negativas, lo más probable es que haya una raíz mala relacionada a ese comportamiento. Falta de seguridad en uno mismo puede estar relacionado a una niñez en la que constantemente escuchabas que no eres bueno, el miedo a comprometerse por haber sido engañado o por haber visto un mal ejemplo en la relación de los padres, miedo de hablar en público relacionado a una situación de ridiculez en el colegio, y muchos más ejemplos…

Pero estos pasos te pueden ayudar a cortar las raíces malas:

  1. Identifica tus miedos, complejos y malas costumbres
  2. Encuentra la raíz de cada una de estos. ¿De dónde vienen?
  3. Córtalos con violencia
  4. Tu ofrenda será tu hacha

La única manera de cortar estas raíces malas totalmente y con violencia es haciendo lo contrario a lo que te llevaron a hacer todo este tiempo. Entonces, haz las cosas que temes hacer, desafía tus complejos afirmando lo opuesto, y prepárate a cambiar tu vida.

No te olvides que tu ofrenda es una parte íntegra para cortar de lleno estas raíces malas de una vez y para siempre. Después de todo, el amor al dinero es la RAÍZ de todo mal.

Vamos a cortar todas estas raíces malas el 17 de noviembre.

Obispo Celso Junior
bpcelsojunior.com
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