11. Crecí con un mal hábito
Los familiares no absorben la sustancia, pero acaban sufriendo tanto como el dependiente cuando absorben las consecuencias de su comportamiento negativo. “Mis malos hábitos comenzaron desde joven – comencé a fumar a los 12 años y a consumir éxtasis desde los 16. Con el tiempo acabé probando la cocaína. A través del apoyo y la […]Con el tiempo,