Quizás te sorprenda, pero muchas personas aún no comprenden del todo qué es el arrepentimiento. Algunos creen que simplemente bautizarse en las aguas agradará a Dios y cumplirá con su voluntad. Pero la verdad es que no es así.
Si el bautismo no va seguido de un arrepentimiento genuino, no tiene ningún valor. Lamentablemente, muchos se han sumergido en el agua no porque realmente quisieran cambiar, sino porque sentían que era lo correcto.
Eso no es arrepentimiento, es remordimiento. El remordimiento proviene de sentimientos de culpa o vergüenza, pero no siempre conduce al cambio. El arrepentimiento es diferente. Es una decisión consciente de cambiar tu vida, de cambiar tus pensamientos y acciones para que se alineen con la voluntad de Dios.
Algunas personas incluso se han bautizado varias veces, pero nunca se han arrepentido verdaderamente. Llevaron la culpa al agua, pero se fueron con el mismo sentimiento, sin confesar sus faltas a Jesús ni darse cuenta de que estaban espiritualmente perdidos. Entonces se preguntan por qué no han recibido el Espíritu Santo. La respuesta es simple: el camino no estaba preparado para Él.
El bautismo en las aguas es tan importante como el bautismo con el Espíritu Santo. Cuando el primero es genuino, Dios mismo lo confirma llenándote con su Espíritu.
Si estás listo para dar ese paso, habla con un pastor de la Iglesia Universal esta semana.
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Evento: Semana del Bautismo en las Aguas
Periodo: Domingo 10 – Domingo 17 de agosto
Ubicación: En la Iglesia Universal en español
