Desde el momento en que venimos al mundo, somos portadores de una mentalidad terrenal que se manifiesta particularmente cuando llegamos a una edad de conocimiento entre el bien y el mal. Nacemos pecadores y no podemos evitar tener esta mente mundana.
‘’Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.’’ (Romanos 12:2)
Sin embargo, es posible tener una nueva mente. Es necesario convertirse en nuevas criaturas; dejar de ser ‘Jacobs’ para convertirnos en ‘israeles’ (Génesis 32). ¡Y tendremos 21 días para hacer exactamente eso!
El Obispo Macedo explica que ‘’Cualquiera que no tenga la mente del Señor Jesús, no piensa como Él. Si usted tiene la mente del Señor Jesús, usted piensa como Él piensa.’’ Por ello es vital que busquemos tener Su mente, y eso viene con el recibimiento del Espíritu Santo.
Si usted ya tiene el Espíritu Santo, es importante mantener su salvación diariamente. Vivimos en un mundo lleno de distracciones, y el diablo no para de intentar llenar nuestras mentes con todo aquello que no sirve y es inmundo para que perdamos el foco en todo lo verdadero, digno, justo, puro, amable y honorable (Filipenses 4:8). Estos 21 días son también para que usted sea fortalecido y renueve la mente de Cristo dentro de usted.
Usemos este ayuno de Daniel para entregarnos y ser humildes para recibir los pensamientos de Dios.
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