Ante lo Imposible

Sackcloth and Bible

¿Ha habido algo que te ha estado apagando la alegría? ¿Algo te ha estado quitando las fuerzas, dejándote exhausto en la lucha por un avance? Algunas situaciones parecen tan imposibles que nos dejan desesperados por respuestas, anhelando una intervención divina.

A lo largo de la historia, ha habido casos que parecían incomprensibles; casos que desconcertaron a los expertos y permanecieron sin resolver a pesar de todos los esfuerzos. Un ejemplo de ello en el Reino Unido es la misteriosa desaparición de Andrew Gosden en septiembre de 2007. Con tan solo 14 años, Andrew abandonó su hogar en Doncaster, vació la cuenta bancaria de su padre y compró un billete de ida a King’s Cross en Londres.

A pesar de las exhaustivas búsquedas, las grabaciones de las cámaras de seguridad y los llamamientos públicos, su paradero sigue siendo desconocido hasta el día de hoy. Diecisiete años y medio después, su padre ha pasado casi dos décadas intentando averiguar qué le sucedió a su hijo y aún se pregunta si está vivo o muerto.

Casos imposibles como estos provocan una profunda sensación de frustración, impotencia y dolor. Ya sea la pérdida de un ser querido, una relación rota, un conflicto familiar, una oración sin respuesta o perseguir un sueño sin éxito, el peso de lo imposible puede ser abrumador.

En tiempos bíblicos, la gente vestía cilicio como señal externa de profundo dolor, arrepentimiento o una súplica urgente de la intervención de Dios. Esta prenda áspera e incómoda simbolizaba humildad y un corazón desesperado por respuestas.

Jacob lamentó la pérdida de su hijo José vistiendo cilicio (Génesis 37:34), pero más tarde, se reunió con él en Egipto al descubrir que su hijo estaba vivo y se había convertido en un líder poderoso (Génesis 45:25-28). De igual manera, cuando Mardoqueo y los judíos se enteraron del decreto de Amán para destruirlos, se vistieron de cilicio y suplicaron la intervención divina, como se describe en Ester 4:1-3. Su duelo y sus súplicas resultaron en una liberación milagrosa. La reina Ester intervino, el complot de Amán fue descubierto y los judíos se salvaron de la destrucción. En cambio, Amán fue ejecutado y el pueblo judío triunfó sobre sus enemigos (Ester 7:10, 9:1-2).

El cilicio era una manifestación pública de la angustia interior: una súplica a Dios: «Te necesito desesperadamente. Solo tú puedes cambiar esta situación».

La fe transforma lo imposible. Quizás tu situación imposible te haga sentir como aquellos en la Biblia que se vistieron de cilicio: angustiados, avergonzados o con una necesidad urgente de una solución. Pero hay esperanza. La fe tiene el poder de transformar lo imposible. Lo que parece irresoluble para el hombre no está fuera del alcance de Dios. Él nos invita a clamar a Él, a buscarlo con fervor y a confiar en que Él puede traer una solución.

Te invitamos a nuestra Reunión de Ayuno Colectivo este sábado a las 8:00 a. m. Ven vestido de cilicio como muestra de humildad y, si puedes, presenta un ayuno de alimentos ante Dios. Clamemos juntos a Él y creamos que el Dios de lo imposible responderá.

Ninguna situación es demasiado difícil para Él. ¿Darás un paso de fe y buscarás su intervención?

Evento: Reunión de Casos Imposibles
Día y hora: Todos los sábados a las 8:30 h
Lugar: Iglesia Universal en español

Fuente:  https://www.bbc.co.uk/news/articles/c2381d3777ro