La confianza es la base sobre la que se construye toda relación sana. Sin ella, el amor se vuelve frágil, lleno de dudas e inseguridades; con ella, el amor cobra fuerza, paz y estabilidad. Sin embargo, la confianza no se desarrolla de la noche a la mañana; se cultiva con el tiempo mediante la honestidad, la constancia y la integridad.
En la práctica, confiar significa ser confiable y transparente. Implica demostrar con palabras y (sobre todo) acciones que tu pareja puede sentirse segura contigo. También requiere resistir la tentación de dudar o controlar constantemente, y en cambio, elegir creer en la persona que tienes a tu lado. Pero es importante recordar que la confianza es recíproca. No puedes esperar que tu pareja confíe en ti si no le das razones para hacerlo, y viceversa.
Para las personas solteras, iniciar una posible relación con sospechas o asuntos pendientes de experiencias pasadas puede sabotear lo que podría ser una conexión significativa. Al mismo tiempo, es vital evaluar la confiabilidad de la otra persona, en lugar de apresurarse a ciegas en una relación. La Palabra de Dios enfatiza la fuente fundamental de la confianza en Proverbios 3:5-6: «Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócele en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas.» Al depositar primero tu confianza en Dios, obtienes la sabiduría y el discernimiento necesarios para construir relaciones de confianza con los demás.
The Love Walk ofrece una maravillosa oportunidad para construir o fortalecer la confianza. Al dedicar tiempo a conversaciones abiertas y escuchar atentamente, las parejas pueden fortalecer su vínculo, y los solteros pueden discernir mejor si están conectando con alguien digno de su confianza.
