Mucha gente se pregunta: “Creo en Dios, leo la Biblia, oro a menudo, incluso voy a la iglesia… ¿Por qué no veo que las promesas de Dios se cumplan en mi vida?”.
Es una pregunta válida, pero la verdad es que a menudo buscamos la respuesta donde no debemos.
Piénsalo así: cuando compramos algo nuevo y no funciona correctamente, ¿qué hacemos? Tomamos el manual de instrucciones y, si no funciona, volvemos a la tienda para que nos devuelvan el dinero. Sin embargo, la mayoría de las veces, la culpa no es del fabricante, sino de nosotros, los usuarios, que no hemos seguido las instrucciones correctamente.
Lo mismo ocurre con la Palabra de Dios. Sus promesas son verdaderas. Nunca fallan. Así que, si algo no sucede, el problema no es de Dios.
Toma el momento en que Jesús vino a ser bautizado. Juan el Bautista no lo entendía: Jesús no tenía pecado, así que ¿por qué necesitaba el bautismo? Pero Jesús respondió: “Permítelo ahora; porque es conveniente que cumplamos así toda justicia. Entonces Juan se lo permitió”. (Mateo 3:15).
En ese momento, Jesús nos mostró algo poderoso: que Dios es fiel en todo lo que hace, y que la obediencia a Él abre el camino para que sus promesas se cumplan. Cuando Jesús salió del agua, los cielos se abrieron y el Espíritu Santo descendió sobre él.
Jesús nos dio el ejemplo: creer, arrepentirse, bautizarse y comenzar una nueva vida. El bautismo implica una entrega total. Cuando se hace con un corazón sincero, Dios da su Espíritu para guiarnos y fortalecernos.
Pero si alguien se mete al agua sin esa sinceridad, simplemente entra siendo pecador y sale siendo pecador. El cambio no es automático. Requiere fe y compromiso genuinos.
La Palabra de Dios nunca falla, pero las personas sí. Un esfuerzo a medias trae resultados a medias. Pero cuando nos entregamos por completo con fe, obediencia y sinceridad, las promesas de Dios sin duda se cumplirán.
Así que, si te preguntas por qué las cosas no parecen cuadrar en tu vida espiritual, detente y piensa: ¿el problema es realmente de Dios o mío? Después de todo, el fabricante no es defectuoso; es el usuario quien debe aprender a seguir las instrucciones.
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Evento: Estudio Bíblico de la Escuela de Fe
Día y hora: Todos los miércoles a las 19:30h (también a las 7:00h, 12:00h y 16:30h)
Ubicación: En la Iglesia Universal en español
