un Hombre de Dios, una relación sincera con Dios, una solución para cada problema,
El amor llega cuando menos lo esperas. Si no nos crees, échale un vistazo al testimonio de Bianca e Isaac. Se conocieron en la Iglesia Universal y, a pesar de sus problemas particulares, han logrado salir adelante en equipo.
Bianca tuvo una relación a largo plazo cuando era adolescente. Terminó mal y desde entonces sintió resentimiento hacia los hombres y se volvió cautelosa antes de entrar en otra relación.
“Era muy insegura de mí misma y me echaba a llorar sin razón alguna. Me sentía triste y vacía. Solía pensar que mi vida no tenía ningún valor real y que no podía hacer nada sobre los problemas que estaba enfrentando”.
Aunque a Bianca siempre la invitaban a la iglesia, se negaba, hasta que llegó al punto clave. “Un día decidí ir a ver de qué se trataba, ya que sabía que necesitaba un cambio en mi vida”.
En la Iglesia Universal, aprendió que hay una solución para cada problema, que comienza con una relación sincera con Dios. “Le confié a Dios mi vida y no me eché para atrás. Solía hacer las cosas a mi manera y poner toda mi confianza y fe en los demás, pero esto no funcionó”.
En 2014, Bianca conoció a Isaac en el Victory Youth Group (VYG), el grupo joven de la iglesia. “Trabajamos juntos en nuestro equipo y también ayudábamos a diseñar pancartas y gráficos para el grupo joven. Mientras trabajábamos juntos en esos proyectos, llegamos a conocernos bien”.
Antes de venir a la Iglesia Universal, Isaac tenía batallas internas. Temía estar solo, pero al mismo tiempo, debido a luchas del interior, era introvertido. Era como un círculo vicioso que no sabía cómo romper.
“Fui invitado por uno de los asesores de la iglesia a una reunión de jóvenes (la reunión Real Talk, ‘Hablar en Serio’). En estas sesiones, llegué a escuchar más sobre la iglesia y las reuniones que ofrecen. Cuando comencé a asistir, pude aprender sobre la fe inteligente, que es la fe que usa la razón en lugar de los sentimientos para comprender las cosas de Dios. Analicé mi vida para ver dónde me estaba yendo mal, llegué a la raíz de mis problemas y usé mi fe para superarlos”.
Después de algunos años conociéndose, trabajando y, con el tiempo, trabajar como voluntarios juntos, pasaron de ser amigos a más que eso. Comenzaron a salir y recientemente se casaron. Bianca dice: ‘Estoy felizmente casada con un hombre de Dios que me ama y me apoya. Ahora tengo paz y la seguridad de que Dios está conmigo y no importa qué obstáculos enfrente, superaré cada uno de ellos”.
Isaac dice que hoy en día él es todo lo opuesto a lo que era. “Ahora estoy completamente libre. Estoy en paz conmigo mismo y sé quién soy”.
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Isaac y Bianca Frimpong
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